Fiesta de Pentecostés, fiesta del Espíritu Santo que renueva y recrea todas las cosas.
El cardenal Martini nos explica que:
"Cada cristiano vive de Fe, Esperanza y Caridad; la Fe es
perfeccionada por el espíritu de entendimiento, ciencia y consejo; la
Esperanza, por el espíritu del temor de Dios y de fortaleza; la Caridad se
expresa plenamente cuando es perfeccionada por la piedad y la sabiduría".
Para entender esta verdad de Fe, hemos de ponernos en sintonía con el lenguaje de Dios. Él nos da su Espíritu para que no tengamos miedo de hablar en su nombre, de evangelizar más con nuestro ejemplo que con las palabras, para que no tengamos miedo de darle nuestro Sí en un compromiso más serio en la vida laical, religiosa, sacerdotal o matrimonial.
El único lenguaje universal es el del amor, todos lo entendemos sin pronunciar palabras, las miradas, los gestos y el actuar desde una ética y moral evangélica, habla de nuestra fe y caridad enraizada en Cristo.
La invitación del Santo Padre a todos los cristianos es a "no avergonzarnos de nuestra fe en el Señor", si no que demos razones de nuestra esperanza, de nuestra fe en Cristo Resucitado.
Esta nueva primavera de la Iglesia se caracteriza por sus dones y frutos que Dios da a quien se lo pide y se dispone a recibirlos. Hoy bendice nuevamente a su Iglesia con la abundancia de gracias y dones para que siga adelante transformada y renovada hacia una nueva evangelización, una nueva forma de estar en el mundo, al lado de quienes sufren por la falta de recursos básicos y de quien esté necesitado de amor fraterno.
"Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos
malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo
producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y
arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis" (Mt 7,15-20)
Es necesario pedir la luz del Espíritu Santo para que nos ayude a frecuentar los caminos de Jesús.
Ven Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu,
que renueve la faz de la Tierra.
Oración
Oh Dios,
que iluminas los corazones de tus
fieles con la luz del Espíritu Santo;
concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu,
sepamos ser dóciles a tus inspiraciones
para gustar siempre el bien y
gozar siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
"CUÁNTO SE CONTENTA DIOS, CON LAS OBRAS DE CARIDAD QUE PRACTICAMOS A FAVOR DE NUESTROS HERMANOS"
ana maría janer
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