Las hermanas de la Sagrada Familia de Urgell celebrarán la Beatificación de su Fundadora Ana María Janer Anglarill, el próximo 08 de Octubre de 2011, en la Seo de Urgell, lugar donde tiene origen el Instituto religioso, con una amplia participación de delegaciones de todos los países donde realizan su misión apostólica.
El lema de dicha ceremonia es: “Amarte y servirte, siempre y en todo”, actitudes que la hermana Ana MaríaJaner Anglarill hizo efectivas desde sus primeros años de niñez hasta el final de su vida. Se dedicó a la atención de los enfermos, los ancianos y los niños abandonados, su labor se extendió abarcando el campo de la educación, y fundó diferentes colegios para este fin, comenzando por tierras catalanas y extendiendo su obra posteriormente al resto de España, Latinoamérica, América del Norte, África (Guinea Ecuatorial) y otros países de Europa.
Una mujer catalana, hija de Cervera, que dedicó toda su vida al servicio de la Iglesia, con una disponibilidad contínua especialmente en los tiempos de guerra y dificultades internas del país, “siempre y en todo”, en momentos de crisis y de bienestar, en el país o fuera de él, con niños, marginados, ancianos, enfermos o moribundos, su confianza plena en Dios y su amor al prójimo fue siempre la razón última de su existencia.
Durante este tiempo de preparación para la Beatificación, su vida y misión ha sido conocida por muchas personas que han captado la esencia de su carisma en diferentes lugares del mundo. La nueva Beata que será reconocida en breve por la Iglesia, es una riqueza que se comparte, nos toca muy de cerca a todos los que vivimos este carisma janeriano y deseamos que lo que estás leyendo ahora, te ayude a animarte a crear una nueva humanidad a tu alrededor.
En el mundo nos situamos desde diferentes caminos, todos válidos y loables si se busca el bien de las personas, para que vivan con dignidad y calidad de vida.
No estamos ajenos a las situaciones difíciles con que nos golpea actualmente nuestro mundo. Pero hay miles de personas que siguen a Cristo bajo el estilo evangélico que solo busca ayudar al prójimo y promoverlo y colaborar en su desarrollo.
Es "otra humanidad", que no se cansa de hacer el bien como lo hizo su Maestro. Y que no sale con frecuencia en los periódicos. Tú también te puedes sumar a esta humanidad diferente.
¿Sabías que solo el ser humano tiene la capacidad de destruir o rehacer a las personas devolviéndoles la dignidad que a veces les quitamos, contribuyendo al pecado social?
La Me. Ana María Janer pertenecía a este otro grupo de personas, que hablan poco pero hacen mucho. No sobresalen, pero su solidaridad y caridad se extiende por doquier abarcando los sectores menos apreciados por la sociedad.
No busca su propio interés, sino el de los demás. Valora a las personas como si del mismo Cristo se tratara. Huye de la crítica, y del menosprecio de los demás, porque ella se conoce poca cosa delante de Dios, se calla ante las injusticias, e intenta ser justa con los demás. Busca siempre los oficios más humildes, porque vive como auténtica servidora de la Iglesia de Cristo, siempre con alegría, con generosidad y serenidad, se la ve (según testigos de la época), "con una imperturbable paz". A lo que podemos añadir, porque todo lo espera de Dios y lo hace por Dios.
Ese era su secreto, había descubierto un tesoro, Dios mismo que habitaba en ella, y esta experiencia la hacía profundamente felíz. Solo busca contentarlo y hacer su voluntad, "siempre y en todo". Ese fue su proyecto de vida, ella misma lo expresaba así:
"No seré del mundo, mis fuerzas, mi bienestar, mi vida toda sacrificaré al servicio de mi Dios, en la persona de los pobrecitos enfermos, de los desvalidos, de la niñez, y si conviene, procurarles los alivios corporales, cuidaré de ellos como una madre cariñosa..."
Mucho valor tiene este proyecto de vida, que deja como herencia a los janerianos, porque a sus 18 años, ya tenía claro hacia dónde dirigiría sus pasos: hacia Dios y hacia la ayuda generosa a los demás.
CANCIÓN OTRA HUMANIDAD (GENROSSO)
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