martes, 24 de mayo de 2011

LA PRESENCIA DE DIOS EN SU VIDA

Ana María Janer, guardaba siempre la presencia de Dios que en la oración había experimentado. Era feliz al descubrir que Dios estaba presente en su vida, en todas las personas y cosas, por ello lo recomendaba a sus hermanas:

"Guardad la presencia de Dios que en la oración habéis conseguido" amj

"Siempre siempre, tened a Dios presente" amj

¡Qué sabias palabras!, porque para la Me. Ana María Janer, Dios era el centro de toda su vida y la razón de su entrega generosa a los demás.

La vida de los santos, es sencilla y simple,  llena de una riqueza espiritual que queda reflejada en todo lo que realizan a diario. Nada les impide vivir con paz y serenidad, aún los acontecimientos más difíciles de la vida.

El  ejemplo de la Me. Ana María Janer nos demuestra que  todas nuestras acciones del día a día, en la familia, el trabajo, con nuestros amigos, nuestro prójimo, tiene un estilo diferente para enfocar estos acontecimientos, nos presenta el "estilo janeriano".
Es ella quien nos hace caer en la cuenta de que cada cristiano tiene la gracia y la fuerza necesaria para llegar a la plenitud de vida, a la felicidad tan anhelada.

Esta mujer sencilla y de alma grande nos invita a no desanimarnos en nuestra vida cristiana. A caminar con la mirada fija en quien hemos puesto nuestra confianza, en Cristo, que nos acompaña en cada paso que
damos, y nos espera cuando le somos indiferentes.





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