miércoles, 9 de noviembre de 2011

La caricia de Dios

Sin duda Dios se acerca a aquellos que confían en Él, y lo saben descubrir en todos los acontecimientos de la vida.
Sabemos que Dios está presente en medio nuestro, solo nos falta esa mirada de fe que nos hace ver con claridad más allá de las nubes que pueden empañar nuestro día. Hemos sido testigos de una Solemne Beatificación, fue la caricia de Dios hacia la familia janeriana, y muchos la experimentaron y creyeron. Volvieron a sus casas contentos, con el corazón pleno de alegría, de gozo y de paz. Porque cuando Dios toca, o acaricia, no podemos quedar indiferentes, algo pasa en nuestras vidas.
Todos llevamos un tesoro inmenso dentro de nosotros, va brillando y reluciendo en la medida en que lo vamos descubriendo en nuestro interior.

En el Evangelio hay una anécdota muy curiosa de un  joven: (Mc. 10,17-22) que le pregunta a Jesús "¿qué he de hacer para obtener la vida eterna?".- Y Jesús le responde, "vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y luego ven y sígueme". Esta respuesta enmudeció al joven porque tenía muchos bienes. En la perspectiva de Jesús, no entra el acumular tesoros o bienes, sino el descubrirlos y compartirlos con los demás, entonces sí, podemos ser auténticos seguidores de Jesús. 

Hace unos días oí que alguien se preguntaba: "¿cómo hago para ser monja?, ¿cuáles son los pasos que he de seguir?. Ser monja o ser religiosa es un Don que viene de lo alto, que cada joven lo tiene que descubrir y una vez descubierto ser generoso y valiente para decirle al Señor que puede contar con él/ella. Ha de dejarse aconsejar y guiar como los discípulos. 
Si también es tu caso, déjanos un comentario con tu mail y te ayudaremos a dar la respuesta a tus interrogantes.





Seguimos en camino para:

Amar y Servir, Siempre y en Todo como lo hizo nuestra querida Madre y Hermana Ana María Janer.

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